martes, 11 de marzo de 2014

Blue is the warmest colour


La vie d'Adèle



Siempre me ha gustado como suena Je t'aime. Je t'aime, mon amour, mon amour. Ma petite. Mon petit. Je suis désolée. Désolé. Es como si en algún lugar de tu cuerpo esas palabras estuvieran juntas y apretadas y corrieran hasta tu boca con ganas de libertad. Salen a toda velocidad provocando una explosión. Son palabras si no en blanco y negro, en un azul, en un azul cálido. Si derramas lágrimas, bien sea de alegría o dolor, pronunciando esta frase , la explosión es aún mayor. Los pelos se erizan, las manos te tiemblan, sientes frío polar y en algunos casos puedes llegar a perder la consciencia. No era yo, no era a mí, pero la cámara consiguió que todo lo que Adèle decía, sentía, comía, escuchaba, por lo que reía, lloraba y vivía hizo que mis pelos se erizaran, que mis manos temblaran, que el frío polar me visitara y que mi consciencia se perdiera en un lugar de Francia con dieciocho años. Con Emma. Para siempre.

La Vie D'Adèle. Palma de Oro en Cannes 2013.

Una película de Abdellatif Kechiche.