miércoles, 16 de enero de 2013

“El milagro poco común de la ficción ha sucedido de nuevo. Un ser humano fue creado a partir de tinta, papel e imaginación”





"Ruby Sparks" (2012) de Jonathan Dayton y Valerie Faris.

"Todo escritor puede atestiguar, en el estado más afortunado y feliz, que las palabras no provienen de uno, sino que pasan a través de uno".


Me parece de una inteligencia sublime  la capacidad que tienen los escritores para crear personajes llenos de vida. Personajes con fechas de nacimiento, direcciones con códigos postales, con pelo largo, corto, con mechones herencia de familia, con trabajos universitarios, con gorras rojas, con perfiles psicópatas, con amigos aristócratas, con hermanas pequeñas, con buen acento francés, con toda una retahíla de rasgos tan humanos que transforman la tinta en sangre. Holden Caulfield, Ignatius Reilly, Gatsby, Jane Eyre, Enma Bovary, Don Quijote...Tan ficticios que llegamos a dudar de su ficción.

Ruby Sparks es uno de ellos. Es ficción. El escritor la piensa y empieza a poner en papel toda su figura, con nombre y apellidos, con rostro, manos, cabello pelirrojo, con sus gustos y aficiones, con su personalidad. No faltan detalles. En este caso, Ruby es perfecta. Una perfección que va más allá de las letras. Es dimensional, ¡Qué digo dimensional!, ¡Tridimensional! Ruby canta y cocina y sonríe y llora y siente y tiene los ojos azules y lleva vestidos con leotardos de colores. Todo es cuestión de escribirlo. 

Calvin, escritor talentoso y solitario cae rendido a los pies de la chica que él mismo ha creado. Ruby, pelirroja y hasta con huellas dactilares. Paul Dano y Zoe Kazan. Personajes secundarios muy logrados. Antonio Banderas, entre ellos.

Un comienzo perfecto, un desarrollo divertido, romántico. El clímax final, a-p-o-t-e-ó-s-i-c-o.


Calvin: Uno podría leer este libro y pensar que es magia, pero enamorarse es un acto de magia. Y escribir también lo es. Se dijo sobre el Guardián del Centeno: “El milagro poco común de la ficción ha sucedido de nuevo. Un ser humano fue creado a partir de tinta, papel e imaginación”. Yo no soy J.D Salinger, pero fui testigo de un milagro poco común. Todo escritor puede atestiguar en el estado más afortunado y feliz, que las palabras no provienen de uno, sino que pasan a través de uno. 
(Texto de la película)




1 comentario:

  1. Ese milagro no es tan infrecuente como se puede pensar. Igual no a partir de tinta y papel, pero sí de una mirada y de imaginación. E incluso cuando somos pequeños, también de la tinta y el papel, si alguna vez hemos jugado a escribir cuentos e historias de lo que debería ser o podría haber detrás de una mirada, de unas manos, de una presencia, de una sonrisa, de una vida ...

    Las palabras no provienen de uno, sino que pasan a través de uno. Pero también es verdad que las palabras pasan a través de uno de manera distinta, dependiendo del color de la tinta del escritor. ¿Quién no ha olido una rosa? El olor de la rosa está en la rosa, pero la fragancia de sentimientos que puede despertar en quien la huele, esa fragancia pasa a través de nosotros, de nuestros recuerdos. Esto no lo puede entender la persona que solo haya utilizado el interflora, pero quien de pequeño haya regalado una rosa recién arrancada a cambio de un beso, junto a un río bajo la sombra de la noche y de los álamos, entenderá que el olor del recuerdo no proviene de la rosa, pero pasa a través de uno como el agua río abajo.

    La capacidad de algunos escritores para crear personajes llenos de vida es tal que se convierten en estereotipos, en un conjunto de rasgos humanos creados a partir de la tinta y puestos en personas concretas, y en la ficción de nuestra mente viven sin dudar de que nos hemos cruzado con ellos por la calle.

    Al igual que Ruby Sparks, muchas cosas de la vida se trata solo de escribirlas, de pensarlas, de sentirlas. Al igual que el amor, que también se escribe, se piensa y siente. El otro día cuando fui a ver los Miserables, no recuerdo en que trailer de los que ponen antes, dos personas decían algo así como:
    - Me enamoré de ella.
    - ¿Por qué?
    - El amor no tiene un por qué.
    La Magia no tiene un por qué. Es magia por lo que es, sin la pregunta. Si empiezas a preguntar, te pierdes la magia. Vivir el amor es directamente responder sin que exista pregunta.

    Película divertida, entretenida y apasionante. Gracias por descubrirnosla una mañana de invierno, aunque fuese a una hora tan temprana.

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