jueves, 29 de marzo de 2012

"La revuelta y solamente la revuelta es creadora de la luz, y esta luz no puede tomar sino tres caminos: la poesía, la libertad y el amor" (Breton)




"Les amants réguliers" (Los amantes habituales) de  Philippe Garrel (2005)

Suena a poesía. Él es poeta. Suena a revolución. Es Mayo del 68. Suena a sexo, opio, sueños, amor. Son François y Lili. París, bruma, confusión y un mundo que parece desmoronarse poco a poco. Son ilusiones perdidas de unos jóvenes, tiernos, revolucionarios, que viven ese amor intenso tras el desencanto de una guerra perdida.

Philippe Garrel consigue que Louis Garrel y Clotilde Hesme nos hagan vivir nuestra propia revolución, mientras ellos viven la suya en un momento de la historia de Francia, en la que un dia, los jóvenes decidieron inundar las calles de  protestas, gritos y tristemente, SUEÑOS.

Para ver en un día como hoy.

"Y sin embargo todo el mundo quiere respirar y nadie puede respirar; y muchos dicen 'respiraremos más tarde'. Y la mayor parte no mueren porque ya están muertos".
Nanterre

lunes, 26 de marzo de 2012

"El cine, ese invento del demonio" (Antonio Machado)



La invención de Hugo de Martin Scorsese (2011)

 En la estación, entre el vapor de los trenes, vigilado por un inspector con pierna mecánica y sin mecánica de corazón. En la torre, entre ruedas, poleas,  maquinaria de la vida, autómatas que conectan el pasado con el presente. En un viaje a la luna coloreado a mano, con la mano de la ilusión y la fantasía. En París, entre la nieve, con la tristeza de la pérdida de un padre, con la alegría de montar las piezas del futuro. Con Isabelle, con Robin Hood y con George Mélliès. Con ojos grandes, enormes, ingenuos, ilusionados, azules, increiblemente azules. Un mundo de visiones, espejismos, ficción y fantasía. Un juego de niños. Una esperanza para los grandes. Un cohete que choca con la luna. El tiempo, el tiempo desde 1902. Él une las piezas, como un experto relojero de la vida. Él es HUGO.


sábado, 24 de marzo de 2012

"Practicar el amor sin amor, mata"


 "Mala Sangre" de Leos Carax (1986)
Lise, mi pequeña Lise, me marcho.
Primero al mar, luego ya veremos.
Porque hay momentos en los que no se puede cambiar nada sin que cambie todo.
Hay momentos en los que no se puede desatar nada sin que se desate todo.
Es como un crimen.
Sí, lo sé, soy el asesino, soy el asesino.
Tú eres el arma, aún caliente, abandonada. No, olvidada en el lugar del crimen.
Y espero sobre todo que mis huellas sobre ti se borren.
Sé que tu juventud conservará la sorpresa renovada de no entender nada y eso está bien.
Me largo. Lise, no cuentes con que pase el tiempo. Muévete deprisa, deprisa y olvídame a toda velocidad.
Acuéstate con chicos y con hombres.
Me acuerdo del primer dibujo que me enviaste, uno de los más bonitos, con una frase debajo:
“Cuando una chica abre las piernas, todos son secretos que vuelan como mariposas”.
Pero sé prudente, nada de amor sin preservativo.
Escúchame, no podré volver a verte, ni tocarte, hasta que la vida haya borrado mis huellas sobre ti.
Olvídame, olvídame. Sé admirable.
Un beso Lise, sinceramente te mando un beso. Para siempre y hasta nunca
Alex
P.D. Te mando las llaves y los papeles de la moto. A partir de ahora es tuya.

viernes, 23 de marzo de 2012

"Mira tan lejos como puedas, hay espacio ilimitado allá, cuenta tantas horas como puedas, hay tiempo ilimitado antes y después" (Walt Whitman)



 
Corredores a sus marcas... Listos...¡Fuera!
La carrera comienza. Los participantes han venido de distintos lugares del mundo. Espléndido día en Green Park. Sol, vestidos de colores y gafas de sol, muchas gafas de sol. Vean como corre el dorsal número 8. Viene desde Greenbow, Alabama y es famoso por haber atravesado el estado de Alabama corriendo, llegar hasta el océano, volver a Greenbow y continuar corriendo. Pero, ¿Qué ven mis ojos? Ahí está, en blanco y negro, desde Nottinghan, Inglaterra. ¡Miren como mueve sus brazos! Es inconfundible. Es Colin Smith. ¿Lo volverá a hacer? ¿Volverá a encabezar la carrera y detenerse a escasos metros de la meta? El mejor corredor de fondo de la historia, damas y caballeros. Nuevas categorías este año. Parejas, grupos. Ahí vienen, son ellos. Los tres. Corren como lo hicieron en aquella pasarela de las vías del tren. Imagen grabada en nuestras mentes. Lugar atravesado a diario por centenares de personas que desearían hacerlo de la forma en la que estos tres amigos lo hicieron. El bullicio del público, sus gritos de ánimo, sus chirriantes silbidos dan emoción a la carrera. El último corredor asoma. En el último puesto, desde Italia, el Papa que pasará a la historia. ¡Cómo corre, señores!. Saluda al público y corre a la vez. No es nada raro, ya lo hizo en su día. Escaleras abajo por todo el Vaticano. Decidió huir y correr sin rumbo. Un actor sin papel. Ambiente de júbilo en esta carrera y no son corredores profesionales. No importa la meta. Sus movimientos no son rígidos. Sus gestos no sufren. Agitan sus brazos y gritan y sonríen.

Participa. Sal corriendo. Baja las escaleras, no te agarres a la barandilla, pega un salto en el último escalón. Abre la puerta, mira hacia adelante, sigue, corre, agita los brazos, respira. Todo va a estar bien. Hazlo como ellos lo hicieron en “Forrest Gump” de Robert Zemeckis, “La soledad del corredor de fondo” de Tony Richardson , Jules y Jim” de François Truffaut y “Habemus Papam” de Nanni Moretti.

A Catherine, Jules, Jim, Colin, Forrest, el Papa interpretado por Piccoli, que aunque parecen no tener nada en común, unos en blanco y negro, otros en color, unos en Francia, otros en Italia, Estados Unidos o Inglaterra, todos coinciden en que simplemente quisieron sentirse libres.




martes, 20 de marzo de 2012

"Vos sabés que además cuando yo me propongo algo..."


                          

 
La he visto. En persona. Es real. Es de carne y hueso. Pelo largo, moreno, ojos argentinos. ¡Está soberbia la mina! Y no son pelotudeces. Desde la parte alta del teatro Apolo, pegada a la barandilla de cobre, en la mejor compañía almeriense que uno pueda desear, “El secreto de sus ojos” se reveló ante mí por cuarta vez. Un film de Juan José Campanella. Óscar a la mejor pelicula extranjera en 2010. Causas que resurgen después de veinticinco años. Estados de amor puro petrificados. Miradas hacia atrás para crear un adelante. Justicia no justa y ojos que hablan. Aquí, ella es Irene, una secretaria del juzgado que deja pasar la causa durante un largo tiempo para volver a retomarla.

En un taxi, dejando que la lluvia empape su cara, es Laura. Es la musa inspiradora de Jorge Pelegrini, joven promesa de la literatura argentina. Es “El mismo amor, la misma lluvia” del mismo director. Argentina en los años 80, represión del gobierno militar y crisis económica están detrás de esta historia de amor que ella y por supuesto él protagonizan, enamorando al espectador.

Desde Miami es María. Ella hace que su novio, el genial Diego Peretti, acuda al psicoanalista para entender que el problema en su matrimonio no es otro que ella. “No sos vos, soy yo” de Juan Taratuto.

Es ella. Es Soledad Villamil. Hace cine, teatro y canta ¡Y de qué manera, che! Talentosa, guapa, increiblemente dulce. Una artistaza del cine argentino que merece un sitio especial entre las estrellas del séptimo arte.

No voy a hablar de él . El más grande, mi dios argentino. Él se merece una entrada aparte.

 

lunes, 19 de marzo de 2012

Basta una semana

Mi semana con Marilyn Simon Curtis (2011)

Inocente pero atrevida. Vulnerable pero caprichosa y problemática. Torpe pero brillante. Provoco atracción en los hombres y odio en las mujeres. El fatalismo vive conmigo, a mi lado continuamente. Pero te necesito. Aquí y ahora. A ti, Arthur Miller. Y al resto también. Quédate a mi lado, necesito que estés a mi lado. Báñate en el lago conmigo, entra por la ventana y quédate esta noche. Mañana me iré y mi marcha te provocará una amarga dulzura. Y todos los demás recordarán mi semana en Inglaterra, mi semana de ficción y de realidad. Felicidad demencial.

Michelle Williams es Marylin en cuerpo y alma. Una actuación de merecido Oscar.
Película perfecta para pasar una semana con el mito. Sentimentalmente potente para todos aquellos que no sabíamos apenas nada de su vida. Quizás ligera, frívola, insustancial y poco aprovechada para aquellos que sabían mucho. Quizás Simon Curtis sólo quería decirnos eso.