Inocente pero atrevida. Vulnerable pero caprichosa y problemática. Torpe pero brillante. Provoco atracción en los hombres y odio en las mujeres. El fatalismo vive conmigo, a mi lado continuamente. Pero te necesito. Aquí y ahora. A ti, Arthur Miller. Y al resto también. Quédate a mi lado, necesito que estés a mi lado. Báñate en el lago conmigo, entra por la ventana y quédate esta noche. Mañana me iré y mi marcha te provocará una amarga dulzura. Y todos los demás recordarán mi semana en Inglaterra, mi semana de ficción y de realidad. Felicidad demencial.
Michelle Williams es Marylin en cuerpo y alma. Una actuación de merecido Oscar.
Película perfecta para pasar una semana con el mito. Sentimentalmente potente para todos aquellos que no sabíamos apenas nada de su vida. Quizás ligera, frívola, insustancial y poco aprovechada para aquellos que sabían mucho. Quizás Simon Curtis sólo quería decirnos eso.

Este blog apunta maneras.
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