martes, 20 de marzo de 2012

"Vos sabés que además cuando yo me propongo algo..."


                          

 
La he visto. En persona. Es real. Es de carne y hueso. Pelo largo, moreno, ojos argentinos. ¡Está soberbia la mina! Y no son pelotudeces. Desde la parte alta del teatro Apolo, pegada a la barandilla de cobre, en la mejor compañía almeriense que uno pueda desear, “El secreto de sus ojos” se reveló ante mí por cuarta vez. Un film de Juan José Campanella. Óscar a la mejor pelicula extranjera en 2010. Causas que resurgen después de veinticinco años. Estados de amor puro petrificados. Miradas hacia atrás para crear un adelante. Justicia no justa y ojos que hablan. Aquí, ella es Irene, una secretaria del juzgado que deja pasar la causa durante un largo tiempo para volver a retomarla.

En un taxi, dejando que la lluvia empape su cara, es Laura. Es la musa inspiradora de Jorge Pelegrini, joven promesa de la literatura argentina. Es “El mismo amor, la misma lluvia” del mismo director. Argentina en los años 80, represión del gobierno militar y crisis económica están detrás de esta historia de amor que ella y por supuesto él protagonizan, enamorando al espectador.

Desde Miami es María. Ella hace que su novio, el genial Diego Peretti, acuda al psicoanalista para entender que el problema en su matrimonio no es otro que ella. “No sos vos, soy yo” de Juan Taratuto.

Es ella. Es Soledad Villamil. Hace cine, teatro y canta ¡Y de qué manera, che! Talentosa, guapa, increiblemente dulce. Una artistaza del cine argentino que merece un sitio especial entre las estrellas del séptimo arte.

No voy a hablar de él . El más grande, mi dios argentino. Él se merece una entrada aparte.

 

4 comentarios:

  1. Bienvenida a la blogosfera, me encanta como escribes

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  2. Astur, me gusta tu blog. Espero que vuelvas a escribir muy pronto.

    Tengo ganas de leerte de nuevo.

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